El diputado nacional logró lo que parecía casi imposible: derrotó a la concejal radical por un margen considerable y se posicionó con firmeza de cara a octubre.
A las 18.30, poco después de cerrados los comicios, la expectativa era moderada y, sobre todo, parecía reinar la preocupación por los resultados a nivel nacional. Cuatro horas más tarde, el búnker del ala PRO de Juntos por el Cambio gozaba al conocerse la irreversible tendencia del triunfo de Guillermo Montenegro sobre la histórica dirigente radical Vilma Baragiola.
Es cierto: no hubo lugar para grandilocuencias ni algarabías porque la contundente y asombrosa derrota del espacio político que encabeza el presidente Mauricio Macri no lo permitió.
Pero así es la política. No hay aviso previo. Porque nadie pensaba, hace algunas semanas, que a la concejal se le iba a escapar nuevamente la chance de pelear por la intendencia, tal como le había ocurrido en 2015 cuando quien la derrotó fue el actual jefe comunal, Carlos Arroyo. Y ocurrió.
Juntos por el Cambio fue el espacio más votado de acuerdo a la suma de los números de sus dos precandidatos. Es verdad que la imagen altamente positiva de la gobernadora María Eugenia Vidal en la ciudad fue el motor de su victoria. Sin embargo, en el resto de la provincia y el país el electorado se inclinó de forma distinta, por lo cual, aunque incompleta, acá la alegría en las urnas la tuvo el diputado nacional, quien venció a Baragiola en la interna y ahora enfilará a octubre con grandes chances de suceder a Arroyo en el Palacio Municipal.
Lo que sí acaeció más rápido de lo imaginado fue el reconocimiento de la derrota por parte de la dirigente radical. A pesar de que el mismo no fue oficial hasta alrededor de las 23, desde las 20 se rumoreaba que en el búnker de la UCR admitían su desesperanza.
Entonces hasta se especuló con un traslado hacia el hotel donde se hallaba Montenegro, para felicitarlo a él y a todos sus fiscales, asesores y militantes, algo que finalmente no ocurrió. Si hubo un llamado telefónico.
“Lo único que puedo decir es que estamos doblemente contentos”, decía el vocero Sergio Siciliano cuando recién eran las 21. La llegada de los datos oficiales se demoraba pero el análisis de las mesas testigo ya le daba al jefe de campaña, Alejandro Rabinovich, indicios de lo que terminaría por ser una gran victoria. Aunque hasta el momento no lo confirmaba.
La situación comenzó a aclararse después de que Macri salió a reconocer la derrota en Costa Salguero. Se oyeron algunos aplausos tenues y los rostros de bronca y tristeza se replicaron. Entre ellos estaban los del diputado Juan Aicega, el concejal Guillermo Volponi, el secretario de Salud, Gustavo Blanco, y el empresario Emiliano Giri.
El tiempo pasó y cerca de las 23, después de que Fernanda Raverta hablara en el búnker del Frente de Todos, finalmente hizo su aparición Guillermo Montenegro.
Entre gritos y felicitaciones, y acompañado por su mujer y sus hijos más grandes, el ahora sí flamante candidato a intendente por el oficialismo subió a una tarima en la que lo esperaban los integrantes de su lista. Entonces esbozó una sonrisa pero rápidamente dijo que la alegría bajo ningún punto de vista podría ser total.
“No puedo estar muy contento”
Tras agradecerles a todos por su presencia, Montenegro optó por la sinceridad para explicar cómo era su estado de ánimo. “A los marplatenses siempre les hablé con el corazón: yo formo parte de un equipo, donde está Mauricio y donde está María Eugenia, y a uno le duele un poco el resultado”, señaló.
Fueron algunos segundos de desazón. Aunque rápidamente se recompuso y expresó: “Pero también nos enorgullece que en Mar del Plata a Juntos por el Cambio sí le fue muy bien. Es una fuerza que ganó en Mar del Plata, que ganó en Batán, que ganó en Sierra de los Padres, y que va a volver a ganar en octubre. De eso no tengan ninguna duda”.
Con respecto al trabajo que deberá afrontar el espacio de cara a octubre, habló de redoblar los esfuerzos y buscar revertir la situación de los resultados generales y sostener el gran papel realizado ayer. “A partir de mañana (por hoy) este espacio nos va a encontrar a todos hablando con cada uno de los marplatenses para seguir transformando, porque sabemos que este es el camino correcto, no tenemos ninguna duda. Necesitamos de todos, los que nos conocen y los que no”, remarcó.
Por último, contó que Baragiola lo había llamado para felicitarlo y pidió “descansar un poco, nada más que un poco” y que desde mañana (por hoy) “sigamos empujando”. “Les agradezco a todos por el esfuerzo, de corazón, a mi familia, a mis hijos, a mi mujer, a quienes fueron a votar, que hicieron posible que Mar del Plata fuera un ejemplo de participación… Nos dijeron que no se iba a poder y se pudo. Y en octubre tenemos que volver a ganar y para eso tenemos que trabajar todos juntos. Todos somos un equipo”, concluyó.
– Montenegro: “Somos un equipo y nuestra fuerza es la más votada”